A partir de la lectura del cuento "El vendedor de ecos" que usaba recursos humorísticos como lo absurdo y la exageración. Decidimos hacer un diálogo en el que un comerciante trata de venderle por teléfono un objeto que aparenta ser muy útil a un señor bastante intolerante. El teléfono no paraba de sonar en mi casa, tenía un tono bastante irritante, estaba a punto de sacarme los oídos. Me levanto del sillón, ya un poco de mal humor, y agarro el teléfono. -¿Quien habla? -pregunte -Hola señor, lo llamaba para promocionarle este famosísimo elemento. No sabe lo que te va a servir esto, lo puede usar para todo. Para sentarse en sillón, para el colegio, para cantar, para ir de un amigo, para dormir, para ir a la luna, para est... -esa voz chillona me empezó a hablar sin que a mi me importará. -¿perdoname? Primero, decime tu nombre. Segundo, no quiero comprar nada, gracias -la interrumpí. Estaba a punto de cortar cuando escucho desde el teléfono la misma voz aguda inaguantable....